martes, 16 de febrero de 2016

El día A llegó

El sábado a las cinco y veinticinco de la madrugada nació Alejandra, conocida a partir de ahora como Niña Dragón.
¿Mandé?, ¿Lo quién?, preguntaréis.

Con el tiempo vosotros, tristes mortales, la conoceréis por los sobrenombres de "La hermosa tirana", "la reina oscura", "cruel gobernanta de nuestros tristes destinos" y otros apodos cariñosos porque quedaréis subyugados por su belleza, personalidad, refinado sentido del humor para la tortura, buen gusto musical y cinematográfico y mano de hierro para aplastar a sus enemigos y algún amigo porque es fin de semana.


Pero hasta que lleguen esos felices tiempos, os tendréis que conformar con saber que es la hija que estábamos esperando. Para A. es la tercera, yo me estreno es ese tortuoso camino que es la paternidad. La concepción fue muy bien (qué domingo...), el embarazo estupendo salvo una semana de ataque salvaje e inesperado de ciática y el parto de fácil y rápido que ha convertido a A. en esa madre que debemos odiar. Madre e hija están estupendas y hermosísimas, los abuelos convertidos en masas viscosas de babas y diminutivos, yo orgulloso y contento y algo más delgado desde que he dejado el gluten y la leche, Niño Lobo y Niña Zombi en un estado de felicidad que se confunde con sobredosis de azúcar.

Todo bien, vamos.

Menos el papeleo, pero ese es otro tema.

Ahora empieza todo ese largo camino que es la vida. Me dicen que ahora tengo una niña, que es mi hija, que este ser humano es mío. Les suelo decir que no. Niña Dragón es libre, no es de nadie ni es propiedad de nadie. Es mi responsabilidad. Mía y de Alicia. Y de sus hermanos, abuelos, tíos, primos, amigos, familiares, amigos de los hermanos, madres del colegio... Es un ser humano que empieza su vida y creo que debemos darle los todos los recursos para convertirse en una persona libre, capaz, divertida, empática, fuerte... Que cuando llegue el momento de enfrentarse a la oscuridad, al dolor, al miedo, a la crueldad pueda vencerlos y si se hunde, que sea capaz de emerger. Y de ayudar a otros.

No sé si me explico.

Quiero hacerle un regalo a mi hija. Prepararle una guía, un libro al que a veces acudir para buscar una ayuda, una voz amiga, un espejo en la rabia o el desamor, un destello de alegría o algo que explique ese momento que está viviendo. Un cajón desastre donde esté todo y nada. Un álbum lleno de canciones, poemas, fragmentos de novelas, diálogos de películas, cuadros, dibujos, breves extractos teatrales, artículos, etc. Amor, desamor, alegría, tristeza, juguetes perdidos, enormes pechos, cantos a la amistad y a la guerra, amistad, odio, nacimiento y muerte, reencuentors y pérdidas dolorosas, primeros amores, sexo, el adiós a un amigo...

Y me gustaría que este álbum fuera abierto al mundo. Que el día que abra ese album se encuentre algo que ha aportado su padre o su madre, si no también gente de todo el mundo. Voces desconocidas que una vez leyeron una entrada en un blog perdido en el mundillo de internet y quisieron dejar algo a alguien que acaba de llegar. Que tal poema lo dejó tal persona o tal seudónimo.

Si no lo habéis pillado os lo estoy diciendo a vosotros, los que leeis esto.

Regaladme un poema, una canción, un diálogo, un trocito de una novela a Niña Dragón. Los recopilaré y le haremos entre todos un álbum que podra consultar, leer, releer, completar, subrayar, ensuciar y hacérselo suyo. Si queréis, dejad un comentario, enviadme un mail (jjimenezdelmoral(arroba)gmail(punto)com), buscadme en las redes sociales, lo que queráis. Os lo agradeceré mucho.

Y con el tiempo Niña Dragón también.Y os convendrá tenerla como amiga.